El Maridaje de viaje, Bendito Mercado Central

Bendito Mercado Central de San José, Costa Rica.

Tuve la oportunidad de conocer el Mercado Central de San José y fue como entrar en Disney World la 2da vez. La 1ra fue el mercado público del Distrito Federal en México pero usaré otra nota para describir ese.

El Mercado Central de San José en Costa Rica fue fundado en 1880 y hoy es Patrimonio Histórico Cultural. Como en todo mercado, se encuentra de todo. Es muy autóctono de Costa Rica y dos cosas me impresionaron mucho que son dignas de reconocimiento: la limpieza y la amabilidad de todos los comerciantes. Da gusto comprar en un lugar así.

El popurrí de aromas me enloquecieron el olfato al pasar por las tienditas de hierbas y especias. Lo quería tocar todo y olerme las manos; el tomillo fresco, la albahaca, el eneldo, el romero, el curry, el azafrán, etc. Me imaginé una infinidad de platos que podría preparar con estos ingredientes y no los repetiría en un año. Justo al lado estaba la carne, el pollo, los pescados y los mariscos.

Era un despliegue de carnes que además de verse muy frescos, no olían bien y esto es digno de contarse. Se puede comprar en este mercado con seguridad que los productos son frescos y además el sitio cuenta con normas muy estrictas de sanidad que fueron impuestas hace mucho tiempo y que hoy ya son su modo de vida. Enhorabuena!

Al igual que quería tocar y oler todas las hierbas y especias, quería preguntar y saberlo todo. Esto, el “tico” lo aprovecha y te devuelve una sonrisa y con mucha amabilidad te ayuda a conseguir lo que buscas. Encontré cosas muy singulares que me ayudarán a crear nuevos platos en mi cocina: el colador de café y una prensa como la de tortillas pero con un orificio que al colocarle un plátano cortado y freído la primera vez, y presionarlo logras hacer "canastitas de patacón” para rellenarlas con lo que se te ocurra (ceviche, carne molida o inclusive con frijolitos, tomate y cebolla picados, crema y un poquito de picante). Estas canastitas son un deleite para abrir boca antes de comer. 

Las sorpresas no terminaban. Llegó la hora de almuerzo y con tanto olor y pinta, tocaba comer; “comamos aquí", dijimos. Justo en el mercado de carne hay un restaurante de mariscos que se llama “Mariscos Poseidón”. Ahí nos atendió “la machita” como le dicen a la dueña. 

Es un lugar sencillo pero extremadamente limpio. Siempre lo vimos lleno y con la calidad de la comida, atención y servicio de nuestra anfitriona, comimos como reyes. De hecho visite este restaurante dos veces ya que luego de un escabeche de pez espada, una mariscada al ajillo y unos trocitos de pescado y langostinos empanizados, "pero que empanizado". La Machita nos contó que el empanizado lo hacen con la masa de hacer tortillas. Maridé estos platillos con una cerveza tipo "Pilsen". Al día siguiente regresamos para probar la sopa de mariscos, el arroz a la marinera y otro platito de pescado con langostinos empanizados. Lo más impresionante fue el precio; dos personas con bebida y todo no costo ni 20 dólares. Personalmente no recuerdo otro lugar donde la experiencia culinaria haya sido tan memorable tomando en cuenta todos los aspectos ya descritos.

El Bendito Mercado Central de San José es una parada fija cada vez que regrese y los invito a venir y descubrir esta experiencia a todos los que a este relato les llegue a interesar.

¡Mi nombre es Roger González y nos vemos maridando!