La cerveza ¿con o sin espuma?


 22 de Abril de 2013

Me encontré con este interesante artículo y quisiera compartirlo con todos, porque la verdad tomar cerveza es todo un arte. Por eso si les encanta esta bebida milenaria es bueno conocerla un poco más a fondo. 

Son muchos los que critican a quienes sirven la cerveza con espuma, pero en realidad, esa es la forma correcta de hacerlo. A continuación, los mitos y verdades de esta bebida que acompaña muy bien casi todas las comidas y ocasiones. 

La espuma que se crea al servirla correctamente ayuda a ensalzar sus propiedades, su sabor y a deshacerse del CO2, que se le introduce para lograr su sabor y embotellarla, explica Yolanda Bravo Martín, maestra cervecera, entrevistada por el sitio ABC.ES. “En Alemania se tardan 13 minutos en servirla”, agrega. Cuesta trabajo de creer que en el Oktoberfest se tomen tanto tiempo para servir cada tarro de litro. Sin embargo, Bravo insiste en que en países como Alemania y Bélgica la cultura cervecera está mucho más, por lo que se podría aprender mucho de cómo se bebe allá.

La espuma se debe formar tirando la cerveza justo en el centro del vaso. De esta forma, los gases se irán evaporando y la bebida que dejen detrás no solamente tendrá el sabor que debería tener, sino que además será más saludable. Una vez baje la espuma, se debe volver a tirar, creando nuevamente espuma, y esperar, hasta haberla servido toda, dejando una pequeña capa de crema, que no espuma, en el borde, que permite conservar su temperatura y su aroma.

Cuestión de apetito

Al no provocar la espuma o beberla directamente de la botella, se ingieren los gases y estos son los que pueden provocar inflamación, pérdida de apetito y flatulencias. “La cerveza nos tiene que dar apetito, si nos lo quita, es porque está mal tirada”, comenta la maestra.

Beber una buena “birra” no depende tan solo de la paciencia con que se sirva, también de dónde se sirva. Cuanto más aromática sea, más ancho su vaso debe ser, para que pueda respirar mejor. Los vasos ovalados y cerrados son perfectos para las que no tienen demasiado aroma, porque ayudan a conservarlo. “Servirla en vaso de tubo o de sidra es como beber cava en una taza de té, son el peor enemigo de la cerveza”, subrayó Bravo. 

Maridajes 

Esta bebida es de las pocas que puede maridarse con espárragos, vinagretas, escabeches, comida picante y anchoas, explicó. Aunque para algunos, no hay nada como el vino, también va muy bien con pescados, aperitivos y carnes. “Depende del tipo de cerveza, una cerveza de trigo, turbia, marida muy bien con un corte de carne”, apuntó la especialista. “La cultura cervecera es como la del vino, algunas van mejor con ciertos sabores”, insistió. 

La forma correcta de beberla es a una temperatura intermedia, entre 4 y 8 grados centígrados. Aunque esto depende mucho del consumidor, la maestra cervecera recomienda más los 8 grados. Si bien es cierto, explica, que “depende de la temperatura del ambiente en donde se beba”. No es lo mismo consumir cerveza en Alemania a 10 grados bajo cero que en Andalucía a más de 40. Incluso, explica Bravo, hay cervezas de abadía, muy especiales, que es más recomendable beberlas a temperatura ambiente. 

En cuanto a su conservación, esta bebida debe guardarse en un sitio en donde no le dé la luz. “Igual que el vino, en un sitio oscuro y húmedo”, comenta la especialista. El sol es uno de sus peores enemigos, por eso, agrega, la mayoría de los envases son oscuros. Sobre la creencia de que la cerveza, una vez fría, no debe dejarse a temperatura ambiente y luego enfriarse nuevamente, porque pierde propiedades, explicó que se trata de “leyendas raras que existen”, sobre el tema. “Lo importante es no dejarlas al sol”, subrayó.

Información tomada de www.sitioandino.com

Escrito por:

Roger Gonzalez

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