Poesía y cocina. Restaurante Caliope


 01 de Mayo de 2015

Cuando nos enteramos del nuevo restaurante Caliope, se nos vino a la mente un espacio de comida griega, y no dudamos en ir. Desde que entramos todo fue cúmulo de emociones, desde la poesía en cada parte del menú, el juego con la imaginación y la explosión de sabores. 

De Calíope, una de las nueve hijas de Zeus y Mnemósine de la mitología griega, musa majestuosa de la poesía épica y elocuente salió la inspiración de este restaurante. De griego tiene la esencia y a través de su ambiente, la atención muy personalizada de todos los anfitriones, sus bebidas, los platos y los postres declaman la poesía de una forma sensual que envuelven la imaginación y el paladar. 

Que me impresionó?, la creatividad de las bebidas y platos, la selección de cada ingrediente y la combinación que resulta de todo, pero ante todo la innovación y la reinvención de fusionar la alta cocina con ingredientes de nuestra tierra.

Cocteles

La Chica de Moscú, vodka que vino de Rusia a quedarse a vivir en Panamá. El vaquero Jack Daniels se juntó con Grand Marnier y nuestra maracuyá se fusionó con la naranja para crear el Grand Father, sabores frescos con la fortaleza de dos viejos, (coctel premiado recientemente); el Viaje a Taboga muy panameño a base de ron blanco, Malibu y zumos cítricos, para disfrutar con tu pareja pides dos y el que más me gustó Ay María y Sacúdeme, pero se lo pides a la bartender así “Ay María, sacúdeme”. 

Platos

El Crudo del Mar, un tiradito de pargo rojo, sutil y delicado, combinado con el sorbete de limón le da mucha frescura y contraste al plato. El Cordero Robes Pierre, dos costillitas gratinadas con queso boursin, una combinación que te presenta una nueva y dramática experiencia con el cordero. El Rib Eye, un trozo de carne termino medio, jugoso y delicioso, con carbón de yuca, (yuca majada con tinta de calamar). Lo increíble es la combinación de cada bocado: un trozo de Rib Eye, con otro de carbón de yuca, una cebolla morada caramelizada, todo sumergido en la salsa chimichurri; una explosión de sabores. La Cédula Tres, por la provincia de Colón, corvina a la plancha con un risotto de limón, crema de coco y gelatina de jengibre, un verso de sabores autóctonos que riman dentro de la poesía culinaria. 

Postres 

Los 7 Pecados Capitales, un mousse de mango con bizcocho de coco, tierra de sésamo negro bañado con un sirope hecho de Ron Zacapa; con este pecas el doble. Ahora bien, la declamación dulce de la noche fue La Sorpresa (ver video en esta nota), una esfera de chocolate rellena de mousse de queso mascarpone y galleta, luego la sorpresa, crema de vainilla tibia vertida sobre la esfera que derrite el chocolate y explota frente a ti.

Para esta noche variada de platos y sabores, maridé mi llegada con el Grand Father, seguido por un Sauvignon Blanc para las entradas y un Garnacha español para los platos fuertes. El postre lo acompañé con un licor de Frangelico.

Las palabras que puedo usar aquí no se acercan a la experiencia vivida en Caliope, más aún, me enteré que cada mes cambiará el menú, así que si te gusta lo que leíste aquí no te lo pierdas, por que el mes que viene, muy probablemente la experiencia será diferente. 

La palabra pan se come – escribió una vez Pablo Neruda.

Restaurante Caliope
Restaurante Caliope 01
Restaurante Caliope 02

Escrito por:

Roger Gonzalez

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